lunes, 26 de mayo de 2014

Cómic > Manga


Ante todo calma, que nos conocemos. Dado que lo que voy a decir a continuación podría incitar a muchos a buscar mi dirección y prenderle fuego a mi casa conmigo dentro, empezaré esta reseña dando un par de avisos, la mayoría obvios pero teniendo en cuenta los follones que se montan cuando alguien dice algo similar necesarios:


+Me gustan tanto el manga como el cómic, esto no es una rabieta hater, fanboyista ni nada por el estilo. Es más, he leído prácticamente todos los títulos que uso de ejemplo en la entrada.

+En cómic me centraré sobre todo en la corriente americana. El europeo en líneas generales no termina de gustarme, así que como no leo demasiado del mismo no me mojaré en ese terreno.

+Opinión personal, ergo ni es verdad universal ni tiene por qué coincidir con lo que piensas (aunque tengo razón y lo sabes).

+Esto irá en líneas generales, está claro que si nos ponemos obra a obra siempre hay excepciones en algunos campos y no terminaríamos ni mañana.

+Lo aquí expuesto va sobre todo referido al panorama mainstream, así que títulos que casi seguro desconozca el 99% de los lectores como por ejemplo Asterios Polyp u Oyasumi PunPun los largo de la ecuación.

+Las obras a valorar serán de los últimos 30 años como mucho, paso de meterme en el pantano que son los 60-70 por densidad y porque en general no me gustan los contenidos de esa época.


No sabía qué foto poner y esta incluye un cómic, un manga y un anime, así que ale, a hacer bulto. Por cierto, ¿qué opináis de la deconstrucción de géneros?

Lo dicho. Exceptuando casos puntuales, considero que el cómic americano está por encima del manga en los tres puntos que para mi son los más importantes: dibujo, guión y ritmo. ¿Listos para mis argumentos?

DIBUJO

Empecemos por la parte más visual de todo cómic. Por regla general, el producto estadounidense tiene un dibujo mucho más trabajado que el manga promedio, presenta una mayor variedad a nivel artístico y, en caso de que nos encontremos con un autor que destaque, hará unas virguerías con las viñetas alucinantes. Por ejemplo:


DareDevil número 183, guión y dibujo de Frank Miller (sí, esto pertenece a su época buena). Fijaos en cómo Miller aprovecha la verticalidad de la página para acrecentar la sensación de caída del personaje, lo cual además de quedar muy elegante provoca un efecto mucho más potente en el lector que una viñeta clásica, por no hablar de que presenta algo que el consumidor no se espera (recordemos que el ritmo narrativo del cómic vive muchísimo de las rupturas, y detalles como este pesan de verdad a la hora de leer).


O cosas como esto, de Elektra: Asesina, el cual conjunta diferentes estilos visuales en función del momento de la vida de Elektra que la protagonista recuerda a lo largo del primer episodio.


O el efecto de Luca, popularizado por Gianni de Luca en su Romeo y Julieta, el cual directamente elimina la viñeta manteniendo aún con ello una sensación de movimiento y dinamismo.

De bestias del dibujo de la talla de Alex Ross mejor no hablo.

"Claro, como el cómic americano suele ser en color y el japonés en blanco y negro estos últimos van en desventaja", dirá alguno. Error. Cojamos por ejemplo Sin City, cómic escrito y dibujado por Frank Miller en los 90 y podéis comprobar que esto mismo que he dicho se aplica también allí incluso en ausencia de colores. 

¿Alguien sabe decirme qué tiene de especial esta imagen? 

La profundidad.

No hace falta ser un experto para darse cuenta de que esta página transmite una sensación de encierro en el lector. La vista cenital con los barrotes llenando las dos páginas hacen que el que lee sienta la misma sensación de agobio que el protagonista, a la vez que lo pequeño que se encuentra éste dibujado en relación al tamaño de su celda acrecenta aún más la derrota física y moral sufrida por el mismo. 

¿Otro ejemplo en blanco y negro? Maus, en el cual sin meterme en la genialidad de emplear animales atropomórficos para representar a cada uno de los distintos países y bandos implicados en la segunda guerra mundial esconde muchas veces esvásticas en la viñeta para recordarnos la situación de encierro en la que viven los protagonistas. Como ejemplo, fijaros es la siguiente imagen, que es con diferencia donde más se nota (pero ni de lejos la última):



Es cierto que la mayoría de los ejemplos de este apartado pertenecen (o deben su inclusión al mercado mainestream) al trabajo de Frank Miller, el cual dedicó años a introducir poco a poco recursos y enfoques cinematográficos en el cómic, de tal modo que muchos lo acabarían adoptando e incluyendo a su vez en sus obras, pero os recuerdo que Miller bebía muchísimo tanto del Spirit de Will Eisner como de El lobo solitario y su cachorro de Kazuo Koike, y sin embargo lo que es la mayoría de los mangakas parece que no han sabido aprovechar lo que habían logrado en el extranjero o incluso en sus propias fronteras.

Diablos, la mayoría de los dibujantes de manga se han quedado atascado en los cánones del shonen establecidos por Tezuka en su Astroboy y que apenas se han visto modificados a lo largo de los años, cogiendo lo que estaba de moda en un momento y estancándose de generación en generación (El puño de la estrella del norte -> Dragon Ball -> One Piece).

Y repito, sé que existen cosas muy burras en cuanto a la calidad de los lápices como Vagabond, pero no es lo habitual ni de lejos.

Solo coged tres cabeceras al azar que estén ahora mismo en activo de la shonen jump y de Marvel (los pesos pesados de sus respectivos mercados) y comparad:

Ojo de halcón y Naruto


Superior Spiderman y Bleach 
(leches, encontrar páginas de Bleach con más de tres viñetas con texto cuesta).


DareDevil y One piece.

Solo fijaos en cómo aprovechan el espacio unos y otros, el trabajo realizado en los fondos de la vieñta o de lo cuasi clónico que resulta el estilo gráfico de los mangas si lo comparamos con las grandes diferencias entre los tres de USA. Hay excepciones, cierto, y el manga tiene sus propios recursos como el colocar viñetas de paisaje para transmitir el paso del tiempo, pero cuando nos referimos a la innovación y aprovechamiento de su formato más allá de lo visto hasta el momento es innegable que, en líneas generales, el cómic japonés sale perdiendo (y mucho) en este aspecto. Leches, ¡si hasta en el uso de la tipografía gana USA! Sandman emplea diferentes formatos de letra para darle matices concretos a la voz de cada uno de los Eternos, Garth Ennis teñía de rojo los textos cuando Jesse usaba la Voz de Dios en Predicador, Will Eisner incrustaba los créditos y títulos en el mobiliario presente...

Y eso que no me ha dado por hablar de Watchmen y su capítulo simétrico. O de toda la simbología que incluye viñeta a viñeta. O lo bien que utiliza el espacio y el motivo de que emplee una distribución rígida de 3x3. O de su...

TRAMA

Yipes, entramos en terreno pantanoso; será mejor que escoja mis palabras con cuidado. Veamos... ¿qué tal así? NO HAY UN PUTO MANGA A LA ALTURA DE COSAS COMO WATCHMEN EN CUANTO A ARGUMENTO, NI MUCHO MENOS MEJOR NARRADO QUE SANDMAN. No, espera, así vamos mal, empecemos otra vez antes de que rastreen mi IP y deba huir del país.


Una trama de calidad se sustenta en cuatro ejes: premisa argumental, personajes, diálogos y narración/ritmo. Dado que este último lo trataré a parte fingiremos que solo están los otros tres. Con eso en mente, ¿donde falla el manga para ser derrotado de nuevo? 

-Premisa argumental: al César lo que es del César, en cuanto a la creación de bases sobre la que construir una historia los japoneses son muy buenos, sacándose de la manga unos mundos que funcionan realmente bien. Eso si, a menos que profundices de verdad en seinen la mayoría de esos ecosistemas se "desaprovechan" al hacer que las historias que allí suceden se basen en su mayoría en un "be the very best". Es cierto que dentro de los "cómics grandotes" también siguen todos un patrón parecido (evento traumático - poderes - cargarse a los malos) pero es mucho más sencillo encontrar cosas como Pyongyang o Maus en el ámbito occidental que en el oriental (y de mucha mayor calidad). Además, en el momento en que nos da por comparar la línea adulta del manga (seinen) con productos del sello Vertigo vemos que una vez más tienen una premisa base mejor que el 90% de sus competidores (Transmetropolitan, 100 balas, Sandman...).


-Personajes: una vez más, repito: esto es una generalización y, si buscamos, encontramos protagonistas y secundarios con motivaciones complejas y trabajadas, pero por regla general un enorme porcentaje de los personajes made in Japan siguen las mismas directrices. Y si, sé que existen cosas como Light Yagami que intenta implantar su ideal de justicia en el mundo mediante el asesinato de criminales o Shinji Ikari, al cual no sé bien cómo definir, pero estos son los menos frente a Luffys o Narutos de la vida. 


Veréis, durante años he considerado a DareDevil como uno de los personajes más "Meh" de la historia del cómic. ¿Un ciego con radar? Claro, seguro que eso da para un graaaaaaaan desarrollo (cerrar sarcasmo). Pues bien, durante los años que estuvo al mando de la serie regular Miller hizo un capítulo que inicia con esto:



Capítulo 183 de la serie regular. Ampliad la imagen y leerla.

Ampliar. Si os pica la curiosidad, la página de antes de una persona cayendo por una ventana es la que sigue a esta.

Con tan solo esas dos páginas te acaba de plantear un dilema moral de la hostia con el que Matt (DareDevil) vive día a día. ¿Salvaguardar tu identidad secreta a costa de lo que le pueda pasar a una pobre chavala? ¿Donde se ha leído algo similar? 


O La lección de anatomía de Alan Moore, el segundo capítulo que guionizó durante su etapa en La cosa del pantano. Cogió un personaje cliché y lo descuartizó y reconstruyó (literal y metafóricamente) como quiso, dándole una perspectiva totalmente novedosa al personaje de marras. 


No digo que en el manga no existan buenos personajes, pero habitualmente sus compañeros del otro lado del charco ganan en cuanto a profundidad, pues meter un pasado chungo que te vuelve un emo de por vida no es ser profundo. 



Tú también pensaste en él en la última frase y lo sabes.

-Diálogos: Esto es algo que considero primordial en un cómic, pues como las descripciones se transmiten mediante el dibujo resulta crucial que las conversaciones sean interesantes para mantener el interés del lector... y demasiado a menudo pecan de cagarla en esto. En la mayoría de las ocasiones esto va ligado a lo predecible de sus argumentos, así que dos de cada tres veces sabes de qué te van a hablar antes incluso de que el personaje abra la boca, pues incluso vacas sagradas como Monster terminan por volverse redundantes de narices a la hora de contarte algo. Sé que está integrado en la mentalidad japonesa ese "melodrama" y tal, pero no puedo evitar que en ocasiones me aburra de tanto leer lo mismo una y otra vez. 

Que ojo, esto no hace que cuanto diálogo occidental sea la panacea, pero una vez más es muchísimo más sencillo encontrar cosicas de calidad. Sin City, por ejemplo, me lo he leído tropecientas veces, la trama no es nada del otro mundo pero los diálogos de Hartigan y Marv son simplemente la hostia, consiguen engancharme con su berborrea incluso cuando sé que lo siguiente que pasará será una ensalada de tiros y hostias. Y si, admito que mi "odio" por los superhéroes pre Miller/Moore viene por sus estupidísimos diálogos y juegos de palabras cutres hasta decir basta. 

Por cierto, no tengáis muy en cuenta el chiste inicial de Watchmen y Sandman. No es solo que no haya apenas mangas a su altura en esos campos, sino que tampoco hay más que un par de cómics que posean un nivel cercano al suyo.


NARRACIÓN/RITMO

Y llegamos al último factor, el cual podríamos incluso decir que es el más importante, pues yo pregunto: ¿de qué nos sirve una trama magnífica si nos la cuentan como el culo? ¿Y unos personajes cuyas desventuras se alargan tanto y de manera tan cutre que acabamos aborreciendo a los mismos? ¿O tal vez un cómic con un dibujo espectacular pero tan vacío en el ámbito narrativo que desearíamos que fuera un cuadro antes que un cómic? No sé vosotros, pero mientras escribía esto no paraba de encontrar ejemplos de cometer esos errores en mangas pero casi ninguno en americano. Ahora bien...


¿POR QUÉ SUCEDE ESTO?

A decir verdad, la respuesta es muchísimo más sencilla de lo que parece y a poco que nos situemos veremos que es inevitable que esto suceda. Atentos:

-Demografía de ambos países: este sin lugar a dudas me parece el factor determinante. ¿Cómo no va a haber más variedad y mayor número de artistas con un talento desbordante en un país del tamaño de un continente (al que además se trasladan grandes promesas del sector desde todas las partes del mundo) que en una pequeña isla? Es que ya solo por la cantidad de autores por metro cuadrado tiene que haber por narices un mayor número de obras a destacar en USA que en Japón.


No hablo de la competencia de cada uno porque no estoy tan enterado de cómo anda el mercado japonés, pero me da que un manga nuevo sin apoyo de una revista grande tiene pocas esperanzas de darse a conocer...

-Público: esto va atado a lo anterior. ¿Cómo es más probable que te arriesgues a innovar, con un público reducido donde con meter tetas es casi seguro que ya te lleves un buen puñado de lectores o con otro miles de veces mayor y más inmune a estas mierdas? Ambos mercados están liderados clarísimamente por alguna de las grandes revistas, pero está claro que es más fácil vender teniendo 317 millones de clientes potenciales que con "solo" 100 millones.  

-Tiempos de entrega: Marvel y DC sacan un número de manera mensual, el cual normalmente es guionizado por una persona y dibujado por otra; la Shonen Jump publica semanalmente y en la mayoría de los casos dibujante y guionista son la misma persona. ¿Quién se va a poner a experimentar cuando tiene 7 días para inventarse la nueva aventura y dibujarla? Es más, ¿acaso no es comprensible que los cómics japoneses tengan muchísimo más relleno y las tramas se alarguen mucho más si tenemos esto en cuenta? 

-Ruleta de autores: ¿qué hacen en Marvel cuando la calidad de una de sus series desciende? Bueno, poco o nada, pero cuando las ventas bajan lo primero que hacen es largar al guionista de turno y meter a otro nuevo que aporte ideas frescas a la franquicia. ¿Y en Japón? Echarle el cierre a la serie. ¿Cómo no van a estar mucho más encorsetados los mangas en comparación con los cómics si unos siempre nos dan el mismo punto de vista y los otros renuevan plantillas periódicamente? Ojo, estos cambios no siempre son para mejor, pero si tenemos en cuenta que fue gracias a esto que Alan Moore y Frank Miller guionizaron Swamp Thing y DareDevil respectivamente... la cosa cambia.


Para baile de autores el de Sandman, que mira que tuvo dibujantes...

-Formato: es cierto que no estoy tan puesto en relación a los formatos usados para publicar manga en Japón, pero apuesto a que la tan cacareada "novela gráfica" es un término poco menos que inexistente en Japón. ¿Qué significa esto? Que la mayoría de autores trabajan teniendo en mente a serializar y estirar al máximo el chicle, algo diametralmente opuesto al concepto de "obra cerrada" que se le suele atribuir a esta. Cómo es más probable que hagas una buena historia, ¿creándola de cero y dirigiéndola a un fin o estirándola más y más a riesgo de que a cada nuevo tirón nos podamos cargar la poca calidad que le quede a la misma? Y si, yo mismo dije al principio que novela gráfica es una chorrada publicitaria, pero más o menos entendéis a lo que intento referirme.


-La evolución del mercado: en los 80 y 90 hubo varias figuras que revolucionaron el panorama mainstream americano y sus innovaciones se aplicaron en prácticamente todos los cómics posteriores. En Japón, por otra parte, fuera de Tezuka pocos autores han logrado una repercusión lo suficientemente grande como para considerarse "un modelo a seguir", por lo que el manga sigue anclado en unas formas "más clásicas" y menos arriesgadas en muchas ocasiones.

-El idioma: unos en inglés y otros en japonés. ¿Cómo es más probable que el público extranjero se interese en tu obra en caso de que no se edite en su país? Pues eso. Mucha gente que conozco sigue mangas una vez los traduce algún fansub al inglés, lo que implica a veces varias semanas de espera hasta que el cap está listo (meses si es un traductor lento y se le acumula trabajo). Los cómics salen directamente en inglés, y si aún así eres extraordinariamente vago en menos de uno o dos días ya lo encontrarás traducido al español a poco que sea popular. ¿Que qué importa la popularidad en esto? Bueno, una fanbase que lloriquea a las editoriales pidiendo que traigan X producto puede lograr que se licencia en Y país, aumentando por ello las ventas y ya sabemos que si vendes bien es más probable que el autor se tome más libertades e incluso arriesgue que en casos donde o asegura X ventas o se muere de hambre.


Me creáis o no, Eagle (el de la bandera americana) es un manga.

¿Es todo esto malo? No. Bueno, sí que lo es para el manga, pues estas limitaciones hacen que muchas obras se queden bastante más cortas en cuanto a calidad de lo que podrían lograr bajo otras circunstancias, pero tampoco nos vamos a poner a lloriquear diciendo "OH DIOS MÍO EL MANGA ESTÁ MUERTO Y ES IMPOSIBLE QUE SALGA ALGO DECENTE POR SUS CONDICIONES DE TRABAJO" porque leches, cosas como 20 century boys o Death note se publicaron bajo esas condiciones y son mangas tremendamente recomendables.


¿Y SI DA IGUAL PARA QUÉ ESCRIBISTE ESTO?

Pues por lo mismo que cualquier otra entrada del blog, me aburría y tenía ganas de comentar una cosa sobre la que tengo una opinión formada por X o Y sucesos y/o pensamientos. Ale, ya podéis liberar a los perros y matarme por mi opinión sob NO EN LA CARA NO PARAD PARAD LO RETIRO PARAAAAAAAAAAAD

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