Y tras más de 6 meses dándoos la vara por twitter llegamos a la dichosa reseña de Hellblazer, la cual espero os ayude a la hora de decidir si os compráis o no los tomos que irá reeditando ECC a lo largo de este año. Sin más vamos al... ¿eh? ¿cómo dices? ¿Que no sabes qué es Hellblazer? Oh, perdona. Igual si te digo Hellblazer te pierdes un poco, pero si en su lugar nombro al señor John Constantine seguro que la cosa cambia, ¿verdad? ¿Que aún no te suena? Oh, vaya.
Que The Sandman de Neil Gaiman es uno de mis cómics favoritos no es ningún secreto, estando contentísimo con su compra y habiéndosela recomendado a todo aquel que me ha preguntado al respecto; ahora bien, que desde siempre he desconfiado de las secuelas tampoco. Sin llegar a parecerme malo, el tomo dedicado en exclusiva a Muerte (Sandman Infinito) me dejó un poco frío, lo cual me hizo acercarme a este Noches Eternas con bastante suspicacia. Por un lado era consciente de que casi seguro estaría por detrás del original, pero por otro se me hacía difícil no ilusionarme cuando recopila siete historias dedicadas cada una a un Eterno diferente. Y coño, que estamos hablando de lo único que me faltaba por leer de Sandman hasta que Gaiman termine de publicar Oberture, eso también sumaba a la ecuación del hype.
Revengeance es, a la vez, uno de los mejores y peores juegos que he jugado este año. Lo he disfrutado una burrada y quiero seguir dándole horas porque lo merece, pero a su vez acumula un montón de errores que pueden llegar a destrozar la experiencia de juego. Algo así como lo que comenté de Persona 3 pero incluso peor. Eso sí, antes de empezar a full permitirme recomendaros algo de música para ambientar: