martes, 5 de diciembre de 2017

Big Bang Theory es Sundome mal hecha


Como muchos sabréis, recientemente Dayo hizo un análisis, una crítica a Big Bang Theory exponiendo por qué la serie fracasa a muchos, muchos niveles. Son cuatro vídeos que en conjunto suman casi una hora de metraje, y aunque la duración espanta, recomiendo encarecidamente que les echéis un vistazo, incluso si no soy fans del estilo particular de Dayo. 

Dicho esto, si no os importa, quisiera añadir un par de ideas para completar su crítica, así que tomaros esto como un texto complementario, un epílogo si queréis.




Big Bang es horrible, pero lo sorprendente es que falla desastrosamente cuando tiene una premisa más antigua que Jesús. Soy de esas personas que dice que cualquier premisa, por estúpida que sea, puede dar lugar a una buena obra si hay una adecuada ejecución, pero Big Bang dista de ser especial. Si la diseccionamos podemos ver que es una comedia slice of life que juega con la figura del inadaptado y la contraposición del mundo friki con el normal. No soy un gran entendido del género, pero esta comedia de contrastes y fish out of water es una formula tan vieja y a prueba de bombas que resulta increíble que Big Bang fracase tan sonoramente.

Y para más inri, la introspección del mundo friki ya ha sido realizada por muchas, muchas otras comedias y de forma infinitamente más creativa. Un ejemplo que me viene a la cabeza es Keroro: la historia de cómo un alienígena invasor y belicista acaba volviéndose un aficionado de la cultura japonesa. Tiene sus momentos, buen elenco de personajes disfuncionales y frikis y explota decentemente sus situaciones comédicas. Hoy en día no me apasiona tanto (por desgracia pierde fuelle después de unos primeros volúmenes sólidos), pero en el instituto me encantaba y probablemente me lo volvería a pasar bien si me lo leyera.


Obviamente Keroro no es el único ejemplo, y es que podría hacer un Top 100 Comedias de Frikis Mejores Que BBT, pero creo haber encontrado el ejemplo definitivo que refleja la carencia en espíritu de Big Bang Theory: Sundome, de Kazuto Okada.

No quiero entrar en muchos detalles porque realmente es un manga que recomiendo abiertamente a todo el mundo y no quisiera estropear la experiencia, pero dejémoslo en que es una historia slice fo life sobre una chica nueva que se une a un grupo de chicos frikis, y el argumento gira principalmente sobre relación entre la chica y el protagonista.


¿Notáis las similitudes?

Antes de que vayáis a Mangafox o dónde quiera que leáis manga online y le echéis una ojeada, os advierto: no es un manga para todos los públicos


Las portadas no engañan: es una obra medio erótica con mucha atención a situaciones fetiche. De hecho, cuando una de mis amigas me recomendó que lo leyera y decidí darle un ojo, después de leer el primer capítulo le dije algo en las líneas de "¿En qué diablos me has metido?". 

Pero dejando atrás los chistes sexuales y la fascinación de Okada por la lluvia dorada, me encontré sorprendentemente enganchado a Sundome y su trama. Disfruté de la interacción entre personajes, acompañé al prota por sus malos momentos, me alegré cuando las cosas le salían bien, vi cómo su relación con Kurumi le hizo cambiar poco a poco para ser menos introvertido y mejor persona, y en la recta final Sundome consiguió que tuviera el corazón en un puño.


Obviamente es una obra que dista mucho de ser perfecta. No siempre me hizo reír su sentido del humor y los personajes secundarios no consiguieron importarme tanto como los protagonistas aunque lo intentaran, pero a pesar de sus defectos Sundome consiguió encantarme, lo cual dice mucho de sus bondades.

Teniendo en cuenta todo esto, uno puede ver cómo Big Bang y Sundome son obras radicalmente opuestas en espíritu a pesar de tener un planteamiento parecido:

Big Bang es una serie ultrapopular diseñada para resultar agradable al público medio y que mueve millones y millones de dólares, pero si entras en su mundo te das cuenta que es vacía, se estanca, no corre ningún tipo de riesgo y hay una clara involución a medida que pasan las temporadas.

Sundome en cambio es una serie nicho, no apta para el público general y con fetiches que tirarían el 90% de la gente para atrás, pero una vez entras en su mundo te encuentras que es más de lo que aparenta, que tiene mucho cariño detrás, y lo que al principio es una fuente de chistes de lluvia dorada acaba evolucionando en una historia muy bonita que consigue crear una conexión emocional con el lector.


Una a pesar de ser un esfuerzo colaborativo con muchos valores de producción no llega a nada, y la otra, con mucho menos, consigue ser algo. Ése es el mayor pecado de Big Bang, no el hecho de que sea mala y tóxica, sino la pérdida de recursos, talento y tiempo que supone. Si fuera una serie que hiciera alguien en su tiempo libre y nadie mirara, seguiría siendo mala, pero no podríamos esperar mucho de ella teniendo en cuenta las circunstancias. Pero, por desgracia no es el caso, y es que los autores consiguieron todo el éxito del mundo y no hicieron nada digno con él.

Mientras, Sundome nos enseña que, ya que consigues establecerte, aprovecha y haz algo con cariño, algo que tu público recuerde... aunque seas un cómic de fetiches. No malgastes el tiempo de tu equipo de producción o el de tu audiencia, valóralo. Si un manga erótico hecho por una sola persona consigue hacerlo, una macroproducción para televisión también puede intentarlo.


Gracias por leer este texto y que paséis un buen día.

-Chato Maltés

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