domingo, 12 de enero de 2014

Spec Ops: The Line



No soy muy de TPS. Así como los FPS me gustan mucho, la mayoría de shooters en tercera persona que he jugado (Vanquish, Gears of war) me han dejado bastante frío, siendo 007: Desde Rusia con amor la única excepción que me viene a la cabeza. Sin embargo, Spec Ops: The line no solo me ha parecido un grandísimo juego, sino que lo consideraría uno de mis tres shooters favoritos junto a Bioshock y Metroid Prime.

Oh, ¿esperábais que pusiera por aquí un trailer del juego? Os lo ahorraré mediante una breve descripción del mismo: pium pium ratatatatata oh my gos is so osom pium bang. ¿Quieres transmitir que tu juego es un maldito shooter genérico? Ese es tu trailer. En serio, es justo lo que transmite, tiros, soldados Rambo y la típica mierda que sale en la TV cada vez que hacen un nuevo anuncio (el de Battlefield 4 "Oh mira qué guay es la guerra" me parece simplemente insultante). La razón de que no lo incluya no solo es por la apología de la guerra que transmite, sino porque Spec ops tiene poco o nada que ver con ese estereotipo "America fuck yeah" que tanto gusta a las sagas grandes. 

Pongámonos en situación. Tras una brutal tormenta de arena, Dubái se ha ido a tomar por culo; la que días antes era una de las ciudades más lujosas del planeta es ahora una auténtica zona catastrófica. Obviamente los ricachones, gracias a una suerte del copón, tenían "cosas que hacer en el extranjero" días antes de la tormenta, pero el grueso poblacional descubrió el peligro cuando ya era demasiado tarde. Los Malditos del 33, un batallón de soldados de los USA, deciden trasladarse de Afganistán a Dubái para intentar evacuar a todos los civiles posibles, pero algo sale mal y ninguno de ellos logra volver a casa. Para complicar aún más la situación, las tormentas constantes han dejado la ciudad incomunicada, por lo que nadie sabe qué sucede en el interior de la urbe.

Pasa el tiempo y, unos cuantos meses después, una transmisión que se repite en bucle consigue cruzar el muro de arena. En ella el coronel John Konrad afirma que la evacuación ha sido un desastre y que ha muerto muchísima gente. Es aquí donde entra nuestro protagonista, el capitán Martin Walker, a quien se le asigna una misión de reconocimiento en la zona para localizar supervivientes y preparar una nueva evacuación en caso de que todavía quede alguien a quien salvar. Sin embargo, las cosas no saldrán como estaban planeadas. Caballeros, bienvenidos a Dubái.


Bien, de momento no tenemos ni terroristas, ni rusos, ni nazis, así que en apenas dos párrafos hemos distanciado a Spec ops de la mayoría de shooters que salen hoy en día. Sin embargo, sigue sin ser esto lo que lo hace especial, sino el tratamiento que le da a la guerra. Si querías ser un héroe aquí vas de culo, porque Spec ops se dedica a restregarte por la cara una y otra vez las consecuencias de la guerra, de nuestros actos y de lo hijos de puta que podemos llegar a ser. No se trata de salvar al mundo ni de ser héroes, sino de contemplar como el capitán Walker va cayendo cada vez más en una espiral de locura conforme nos introducimos en las derruidas calles de Dubái. Y es genial.

Alto, no me malinterpretéis. No me refiero a que sea genial ver cómo un hombre se va a tomar por culo y lo mucho que sufre la gente, sino que al fin un videojuego diga "qué diablos, podemos hacer algo más con este medio que disparar y decir que los otros son los malos". Spec ops no solo intenta ser un buen juego, sino que además consigue contarnos una historia donde nos sentimos realmente implicados. ¿Recordáis cuando dije que en The walking dead había decisiones que eran una putada? Pues aquí te obligan a tomar decisiones igual de duras pero teniendo además que llevarlas a cabo; no se trata de pulsa A o B, sino de "haz A y vive con las consecuencias de tu elección". Os aseguro que hubo cierto momento en el juego que tuve que poner en pausa y tomarme unos minutos para asimilar lo que acababa de hacer.

Asimismo, no solo mediante las escenas se nos transmite el derrumbe mental de Walker. Una de las opciones que tenemos al dejar a un enemigo herido de muerte es ejecutarlo; inicialmente yo lo hacía para (lo juro) ahorrarles sufrimiento, pero al ver cómo el protagonista se volvía más y más salvaje a la hora de matarlos conforme veía los horrores de Dubái llegó un momento que decidí dejarlos agonizar, pues era mejor fin que el que mi personaje les daría si tenía la oportunidad.

Pese a que en exteriores el marrón arena predomine, los interiores poseen una paleta de colores bellísima.

Ey, que llevamos medio análisis y no hemos dicho nada de la jugabilidad. Como supondréis, The line bebe (como todos los TPS de esta generación) de Gears of war, así que tendréis coberturas donde parapetarse hasta en el cuarto de baño. Aunque habitualmente este elemento no me guste, admito que me divertí mucho jugando a Spec ops, aunque tiene una especie de bug donde a veces Walker "se olvida" de ir a la cobertura cuando pulsas el botón de cubrirse... o sale de la cobertura sin motivo... o golpea la cobertura en lugar de saltarla... son pequeños detalles que suceden pocas veces, sí, pero se cargan parte de la inmersión y pueden ser molestas en algunas ocasiones. Es como el hecho de que suene una especie de pitido cuando cambia el objetivo de sitio, no deja de ser una chorrada pero es como si nos recordara que estamos jugando a un videojuego, sacándonos un poco de la piel de Walker.

Sin embargo, estos pequeños detalles también existen a la inversa. Es cierto, lo he jugado en un PC con los detalles en alto y viniendo de la Wii el contraste es incluso mayor, pero joder, menudos graficazos que se gasta Spec ops. No soy muy putillista gráfico, pero para que me quede mirando el paisaje durante un par de minutos sin hacer nada ya tiene que impactarme lo que veo, y las escenas sobre los rascacielos de Dubái son jodidamente impresionantes. Pero no es solo por un apartado gráfico burro, sino que son los detalles previamente nombrados los que lo hacen grandes. Por ejemplo, Walker y sus dos compañeros (a los cuales podemos dar las escasas pero funcionales dos órdenes de "Ataca a ese" o "Tira una cegadora" en cualquier momento) ven su aspecto físico modificado conforme avanza el juego, ya sea con quemaduras, sangre seca, rotura de la ropa, etcétera. 

Asimismo, el apartado sonoro no se queda atrás. A un buen doblaje (aunque con actores que seguramente os sonarán de otros shooters) se une una OST que realmente me ha sorprendido, pues además de un buen puñado de temas propios bastante cañeros encontramos canciones licenciadas de gente de la talla de Alice in Chains o Jimi Hendrix (y ojo, no suenan por arte de magia sino que al igual que en Portal 2 se aprovechan de radios tiradas o derivados para mantenernos en el situación). También están doblados los diferentes coleccionables que hay repartidos por las fases, los cuales se encargan de ampliar nuestra visión global del conflicto, conociendo gracias a ellos un poco más a nuestros enemigos.

El juego cuenta tanto con un cooperativo y un multijugador ambos online, pero desafortunadamente no he podido catarlos.

En definitiva, Spec ops: The line ha sido una de las sorpresas más gratas que me he llevado en shooters de los últimos años. Es cierto que tarda un poco en empezar a mostrar su mejor cara y que tiene sus problemillas que empañan el conjunto, pero realmente le pasa la mano por la cara a toda la saga Call of duty. No sé cómo será Ghosts, pues en el momento en que redacto estas líneas todavía no he podido catarlo, pero muy bien tendría que hacerlo para tener una campaña la mitad de madura que la de este juego. Si pensáis que los shooters deberían tomar un camino distinto al America fuck yeah actual, este es vuestro juego.

NOTA: 8

PD. Quizás algunos habréis pillado el guiño a "El corazón de las tinieblas" (Jonh Konrad - Joseph Conrad), novela en la que al parecer se inspiran tanto este juego como la premiada Apocalypse Now.

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