jueves, 6 de octubre de 2016

Odin Sphere: Leifthrasir

Quiero que el próximo juego de esta peña use el estilo gráfico de esta portada.

Jugué por primer vez Odin Sphere allá por el 2011, y... digamos que todavía no me lo he acabado. El juego era un peñazo repetitivo de cojones, lleno de ralentizaciones, tiempos de carga infinitos, un sistema de combate simple y una dificultad bastante elevada gracias a las limitaciones del inventario y la puñetera barra de vigor. Me gustaba muchísimo su historia y visualmente es de los juegos más bellos de su generación, pero Odin Sphere era un mal juego

Era

El salto de calidad entre la versión original y Leifthrasir es tal que parece que estemos comparando la primera alfa jugable con el título final en su edición Juego del Año. Leifthrasir es lo que todos los que confiamos en Vanillaware hace 8 años nos merecíamos.

En caso de que no estéis muy enterados sobre los cambios de esta nueva versión respecto al original, decir que a nivel argumental el título es idéntico, siendo las mismas 5 historias interconectadas ambientadas en la mitología nórdica que conocimos en 2008. Lejos de ser esto un problema, la trama de Odin Sphere era junto a su precioso apartado visual su mejor baza, así que si os interesa una historia de politiqueo entre reinos, guerras y una telenovela digna de Pasión de Gavilanes este es vuestro título. Qué cojones, incluso si lo que queréis es algo similar a Berserk os lo podéis encontrar aquí, pues debajo de esos dibujos tan monos hay unas cantidades de maltrato psicológico, depravación y genocidios que ni Dios se esperaría (tratadas a menudo con la profundidad que se le daría en un shonen, eso sí). 

¿Que los pukas te parecen adorables? ¡Já! Son la versión kawaii de los japoneses post Hiroshima, y no bromeo. Oh, no os asustéis, el juego está traducido al español.

Los cambios DE VERDAD empiezan en lo jugable. ¿La horrenda barra de vigor que te impedía hacer nada entretenido con los combos? Relegada a las habilidades físicas. ¿Los problemas de inventario? Ahora las semillas y mandrágoras van a una bolsa aparte. ¿El sistema de combate aburrido y ultra repetitivo? Añadimos Habilidades mágicas, Talentos y Combos físicos, los cuales a su vez se pueden colocar en accesos directos para no tener que detener la acción cada vez que queramos usar uno (además de un aumento considerable de las habilidades básicas de cada personaje). ¿Encajar más de 15 golpes era una locura? Espera a ver los nuevos combos de 300, 500 y hasta 999 golpes que podrás hacer aquí. ¿Las pantallas de carga de 20 (y más) segundos? Desaparecidas. ¿Progresión nula del control desde que empezamos a usar a cada personaje hasta que terminamos su historia? Constantemente recibimos nuevos comandos que enriquecen la forma de jugar. ¿Extrema repetividad de escenarios? Añadimos zonas de plataformeo, exploración para encontrar cofres secretos, habilidades ocultas, acertijos y mecánicas nuevas como las setas rosa y las fases especiales de Mercedes. ¿La batalla final era una puta mierda? Bueno, sin ser la panacea ahora está a años luz del horror que era. ¿La cámara estaba muy cerca? La alejamos y pasamos de ver un cachito de escenario con un montón de personaje:


a un campo de batalla donde movernos y atacar:


El sistema de combate ha dado un salto bestial, y lo que antes empezaba a oler a rancio al poco de empezar a jugar con Cornelius ahora sigue sintiéndose fresco cuando estamos dando los últimos coletazos con Velvet, notándose muchísimas diferencias entre los diversos personajes y quedando uno con ganas de un modo Coliseo bien hecho para simplemente divertirse luchando, porque no bromeo al decir que pelear aquí es condenadamente divertido. Y no, la Gruta no me parece un modo Coliseo divertido.

Ahora bien, no todos los problemas del original se han solucionado en esta nueva versión. Para empezar, el doblaje inglés sigue igual de mal colocado, pues al haber adaptado todas cinemáticas a la versión japonesa quedan a menudo silencios en las conversaciones que hacen parecer a los protagonistas idiotas que no saben qué decir a casi cualquier pregunta que les hagan. Cosa buena: Leifthrasir incluye en todas sus versiones el doblaje japonés, el cual está MUY BIEN. Cosa mala: el otro gran problema del juego ni es tan sencillo ni se soluciona con un pequeño cambio en las opciones.

Veréis, Odin Sphere es repetitivo. Tan repetitivo, de hecho, que el único motivo por el que no hice una entrada loca en plan Antichamber fue porque para transmitiros lo repetitivo que es debería copiar el mismo párrafo al menos 5 veces, y tengo mis dudas de que os guste tanto mi prosa como para leer en cinco ocasiones la misma tontería y que no cerréis el navegador al momento. Eso sí, no es repetitivo como podria decir "Pues Persona 3 es repetitivo porque lo único que hacemos en todo el juego es escalar Tartarus y la trama avanza cada 40 pisos de grindeo", sino más bien en el sentido "Odin Sphere nos hace repetir todos los jefes finales, zonas y enemigos 4 veces (y algunos de ellos hasta 5) notándose un huevo que esto sucede para alargar el título con relleno absurdo". ¿Sabéis cuando tus amigos te preparan una fiesta sorpresa y te ponen mil excusas de mierda para tenerte fuera de casa durante horas y que les de tiempo a preparar el tinglado? Pues tal que así pero en versión nórdica cutre.

Os juro que de 4 veces que hostiamos a este tío solo 1 tiene sentido argumental y no sucede porque Wagner sea una puta tsundere.

Yo entiendo que hace 10 años los juegos se medían en base a su duración y llamarte "Action RPG" sin poder fardar de al menos 30 horas de contenido era delito, pero aún no conocí a una sola persona que tras jugar al Odin Sphere original no admitiera que el título tenía relleno a saco y era repetitivo de narices. Me sorprende que Vanillaware corrigiera todos los errores que he visto comentados en foros del original y dejasen estar el más gordo de todos. ¿Tenían miedo de hacer un cambio radical y modificar eventos y la trama para hacerlo algo más coherente y directo? Quizás, pero si querían dejar eso con añadir patrones nuevos a los jefes se habría solucionado parcialmente la situación, y exceptuando a uno todos los jefes que repetimos conservan exactamente su esquema de batalla. Es más, el único enemigo nuevo (el Zeppelin) es CON DIFERENCIA el enemigo al que más veces nos enfrentamos y SIEMPRE tiene el mismo patrón, y os juro que cuando a dos zonas del final me apareció de vuelta estaba tan hasta los cojones de derrotarlo que bajé la dificultad de Difícil a Fácil solo para quitármelo de delante y fingir que no había tenido que reventarlo otra maldita vez. 

Con todo, el problema no se queda ahí, sino que por momentos parece que Vanilla sea incapaz de compartimentar ideas y dar un punto de personalidad a cada mundo. Veréis, cuando en mi cuarto personaje vi que de repente los soldados de rango alto de las hadas empezaban a lanzar ataques a distancia me alegré, porque suponía un cambio y hacía el combate aún más retante y diferente a los anteriores. Por un momento recuperé la ilusión y me preguntaba qué nuevos patrones presentarían los enemigos especiales de cada una de las zonas restantes. 

Ninguno. A partir de entonces casi todos los enemigos empezaron a usar exactamente el mismo ataque a distancia, misma animación incluida. 

¿Una mecánica propia a cada enemigo? Para qué, si con tal de cambiar el skin nadie notará que ese bárbaro cuya espalda mide metro y medio y ataca con una hacha usa exactamente las mismas técnicas que el espadachín esmirriado del reino de las hadas. Irían de jóvenes al mismo campamento de magias espadiles, qué sé yo.

Finjamos por un momento que no le estoy dando palos al juego y gocemos estas capturas que no hacen honor a lo hermosísimo que se ve en movimiento.

Quizás parezca que hago demasiado incapié en lo que cambiaron y lo que deberían haber modificado y dejaron tal cual en lugar de juzgar el título por lo que es, pero realmente creo que uno no puede valorar correctamente Lefhrasir sin haber sufrido antes la versión de PS2 (o que haber pasado por semejante suplicio te imuniza ante los errores de Lef y te predispone a amarlo, yo qué sé). Esto lo digo porque de una muestra de 6 personas que conozco donde 3 jugaron al de PS2 y 3 no resulta que la mitad que tocó el de PS2 AMÓ (y aquí me incluyo) casi cada segundo del juego y se maravilló con cada pequeña gilipollez mejorada respecto al original, mientras que los otros lo disfrutaron pero tampoco se volvieron locos con el juego. ¿Típico caso de nostalgia + "esto es lo que siempre dije que debería haber sido"? Probablemente, pero nunca está de más avisar para tomar estas opiniones como algo incluso más personal de lo habitual. Total, sabiendo esto uno puede poner primero la versión original incluída en el juego y horrorizarse durante un par de horas antes de estrenar Leifthrasir.

Se han perdido algunas cosas con el remake, pero a la hora de la verdad todos los cambios han creado un producto mucho más accesible y divertido de jugar. Antes cada Mandrágora solo crecía en su zona y debías ir allí a recogerlas expresamente si querías fabricar X pociones, pero ahora todas crecen en todas partes. El mundo de Odin pierde un poco de identidad propia con ese detalle, pero el gameplay se ve beneficiado de esta decisión y nos evita tener que peregrinar a la mitad de una mazmorra porque en ese lugar no crecen las plantas necesarias para fabricar antídotos. Supongo que son esta clase de cambios los que me apenan, pues demuestran que Vanillaware era consciente de los errores que cometió en PS2 y crearon uno de los mejores remakes que he visto nunca, y sin embargo no se atrevieron a llevar esta reconstrucción hasta sus últimas consecuencias y librarse de la losa que supone la repetición constante.

Lo siento Odin Sphere. Quiero darte un 9, pero es que aún no te lo mereces. Quizás para el próximo remake.

NOTA: 8

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