viernes, 11 de diciembre de 2015

Spectre, o cómo demostrar que Skyfall podía ser aún peor

Después de la excepcional Casino Royale, la entretenida Quantum of Solace y la paupérrima Sky-no-puedo-creer-que-pague-por-esto-Fall, el señor Bond vuelve a la gran pantalla con una gran birria. ¿Te gusta James Bond? ¿Te gustan las de Daniel Craig? ¿Te gustan las películas en general? ¡Jojojojo! Vas a odiar Spectre.




No sé si lo sabéis, pero soy un gran detractor de Skyfall (aunque el premio es para Chato). Esa película no tiene ni pies ni cabeza, el nexo argumental es más débil que mis secretores de testosterona y el ritmo es más plano que el del canto gregoriano. ¿Querías un malo carismático? ¿Escenas de acción coherentes y bien rodadas? ¿Una película simplemente decente? Pues lo siento, pero Spectre no logra mejorar ninguna de las grandes taras de Skyfall; de hecho, van a peor. Por ejemplo, ¿os acordáis de la pobre consistencia que le dieron al antagonista de la anterior película? Pues esta vez es aún más minso, y no digo más sobre su trasfondo por los spoilers (pista: no existe).


Veréis, Spectre hace la típica jugada de dar la información de un modo tan confuso y disperso que acabe pareciendo una historia profunda o densa cuando simplemente es inconexa y artificialmente complicada. ¿El aire general de la película? ¡Que los espías y 007 son algo pasado de moda! ¡Así es, damos y amazonas, Spectre repite el truquillo de "James Bond no es viejo, es clásico" de Skyfall, con sus perpetuas redundancias para que el espectador bobo lo entienda! Por lo menos tienen en consideración que quien pague para verla no debe tener mucha capacidad de comprensión... Ahora, en lugar de insistir una y otra vez en que el agente 007 es una antigualla de otra época, se nos penetrará con que el programa Doble Cero es una antigualla de otra época. ¿Por qué no funcionó en Skyfall? ¿Por tratar al espectador por tonto? ¿Por intentar centrarlo todo en algo sin sustancia? ¡Qué más da, repitámoslo a lo grande, a ver si va mejor!


Fun fact: He recordado que mi OCD me obliga a
contar los dedos de todos los pies que veo.


Aunque de una película de Bond me espero un cierto toque extra, puedo tolerar un argumento pobre si los personajes tienen cierto carisma, que no es el caso, o si el ritmo se mantiene y la acción capta mi atención, que tampoco. La película se hace inexplicablemente larga, como si sobrasen escenas pero no pudieses discernir cuales porque todas parecen insustanciales, tanto las de cócteles y parloteo como las de tiros y persecuciones, que ya es difícil. El pecado aquí es intentar sorprender al espectador a base de situaciones surrealistas y absurdas. No diré nada del sinsentido que resulta la carrera en la nieve para evitar destripes, pero os doy una pincelada de una pelea situada mucho más al principio: James en un helicóptero pegando al delincuente que quiere detener, se mete el piloto de por medio con una pistola de bengalas, Bond y el piloto se empiezan a dar palos mientras ambos toquetean los mandos y las palancas para estabilizar el vehículo con una lógica y una coreografía tan cogida por los pelos que uno no sabe si esperar un tornado de tiburones sin previo aviso y terminar de entrar en la serie B o si es que la película se cree realmente que eso se puede tomar en serio.


Y esta vez, queridos lectores, esta vez ni los créditos de inicio se salvan. ¡Sacrilegio! ¿Un film de 007 sin una buena apertura? Ni la canción está a la altura ni el apartado visual logra deslumbrar con la fantasía que nos tiene acostumbrados, esta vez son simplemente los rostros de los personajes apareciendo y difuminándose, sin una pizca de la sutileza ni la sensualidad de siempre. Eso si, han metido hentai:





Ups, perdón, olvidaba el "filtro artístico":





Lo único bueno que mantenía Skyfall y se lo cargan... Tampoco es como si hubiese quedado mucho en pié después de ese desastre, pero es que Spectre ha terminado de destruir la poca esencia que seguía viva. Oh, y también hay nanomáquinas que al final no sirven para nada, así que cerraré la entrada a lo bruto diciendo simplemente...


Nanomachines, son.


Bueno, diciendo eso y diciendo que vais a pasar la mayor parte del tiempo preguntándoos por qué la película aun no ha terminado. Intentad disfrutar del asiento, aunque sea.


P.D.: La señorita Seydoux ha perdido el 90% de su sensualidad entre La vida de Adèle y Specter.






Acerca de Anti

Su nombre real es Albert, pero como no tenéis ninguna foto
sigue siendo inmune las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.

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