domingo, 22 de febrero de 2015

Duck Wars 4


Han sido 24 horas duras. Qué digo duras, durísimas.

El combate requirió de prácticamente toda mi energía mágica, quedando al borde de la extenuación en varios momentos. Incluso con la ayuda de mis familiares y amigos los poderes oscuros del pato estaban fuera de toda duda y malamente podíamos hacerles frente, y poco a poco tuve que contemplar como todos iban cayendo uno tras otro a sus pies.


Tantos, TANTOS hombres y mujeres dignos de vivir derrotados por tan perniciosa y maligna bestia…





Fue entonces cuando lo decidí. Esto no podía seguir así, debíamos terminar con la batalla cuanto antes. Con la determinación renovada rompí el último sello y, en un acto por el bien común que no podré perdonarme jamás, absorbí la fuerza vital de todo el terreno que me rodeaba para cargar mi escoba con la energía de la naturaleza y poder así darle el golpe de gracia.

Muchas buenas plantas tuvieron que morir en el proceso y probablemente nunca crecerá de nuevo nada puro en este territorio, pero la espiral de muerte y violencia debía parar sin mayor dilación.


Quizás algunos me llamen hipócrita por preferir vidas humanas a las vegetales y no les culpo, pero sacrifiqué cientos de hortensias por el bien de la humanidad y no me arrepiento de ello. 


Que Dios juzgue mi alma llegado el momento.




Sin embargo (y para mi horror) ni siquiera eso logró destruir completamente a tal maligna bestia. Por un momento estuve aterrado y consideré el suicidio para evitarme seguir enfrentando semejante horror, pero en un último acto de valor mi hermano le atacó por la espalda y, a costa de sus últimas reservas de maná, inmovilizó a la criatura el tiempo suficiente para que pudiera ejecutar un hechizo de sellado lo suficientemente fuerte para retenerlo por el resto de la eternidad.



Todo este esfuerzo y muerte… ¿valieron la pena? ¿Acaso somos tan diferentes el pato y yo por querer ambos usar el mismo territorio para vivir?

No lo sé. 


Sin embargo, y mientras yo no exhale mi último aliento…




…la criatura seguirá atrapada.

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