martes, 28 de octubre de 2014

Miracleman


Y, finalmente, lo hice. Hoy me he terminado el único cómic importante que me faltaba por leer de Alan Moore, siendo este uno de los más reconocidos e influyentes de todos: Miracleman. Es cierto que gran parte de su fama se debe a todos los problemas editoriales que tuvo y a que por culpa de los santos cojones del barbas no ha podido reeditarse en los últimos 20 años, pero independientemente de ello se trata sin lugar a dudas de uno de los mejores cómics de la historia. Es más, puedo afirmar que Watchmen solo es mejor por todas las burradacas que se largaron en el apartado visual, como lo del capítulo simétrico. En cuanto a narración, guión, ritmo y deconstrucción es igual o mejor que Watchmen.


Dada la calidad media de las obras de nuestro querido mago del caos y que cuanto menos sepáis de Miracleman mejor sobre el argumetno de Miracleman solo os diré que se trata ni más ni menos de la primera deconstrucción del superhéroe de la historia, pues este cómic publicado 4 años antes que Watchmen desmonta los arquetipos heroicos como nunca antes había sucedido. Es más, incluso si se publicase hoy mismo seguiría pareciéndome una obra top, pero si lo encuadramos en el momento de su creación su valor no hace sino aumentar.


Y ahora supongo que os preguntaréis donde está el pero. Bueno, como ya dije al principio Miracleman ha estado lleno de problemas legales desde su inicio, lo que conllevó dos cosas: que la publicación de sus apenas 16 capítulos se alargara más de 10 años y que durante casi dos décadas fuera prácticamente imposible de encontrar en tiendas. Esta situación acabó el año pasado cuando Marvel compró los derechos de Miracleman, pero como ya comenté hará un par de meses no han desperdiciado la ocasión para putear vilmente al consumidor con abusivas ediciones de mierda. Asimismo, poco han tardado en anunciar que piensan sacar Anuals y demás material de Miracleman, y viendo lo cerrado que queda todo en la etapa de Moore eso no puede ser bueno. Es cierto que, tras el cierre de Moore, éste recomendó a un Gaiman en el momento de máximo éxito como sucesor, el cual realizó una etapa muy bien considerada por la crítica pero que no llegué a leer, pues ante la caída de Eclipse (editorial con los derechos por aquel entonces) la serie terminó incompleta en el número 24, apenas a 2 capítulos de cerrar su parte. Es cierto que se ha confirmado que tras la compra de Marvel pretende sacar los últimos dos números, pero a sabiendas del ritmo que se gasta el inglés a la hora de publicar casi que prefiero esperar a que lo haga para después leerme su arco argumental al completo.



Comparativa del color viejo y nuevo.

Y bueno, eso es todo. Podría alargarme más, pero os merecéis descubrir Miracleman por vosotros mismos, que no por nada es de los tres mejores cómics que ha escrito Alan Moore nunca. Las ediciones actuales son una mierda, las viejas imposibles de encontrar a un precio lógico y el recoloreo puede no ser del gusto de todo, pero a poco que tiréis de internet podréis bajarla completa y os aseguro que quedaréis satisfechos con ello. 

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