martes, 11 de junio de 2013

Los pasajeros del viento


He aquí una de las últimas lecturas del Club del cómic Santiagues... y también de las últimas entradas comiqueras que haré en mucho tiempo. ¿El motivo? Pues que en junio vuelvo a casa, lugar donde no dispongo apenas de cómics, así que el blog dejará durante unos meses bastante de lado esa temática para centrarse en otra clase de productos, como películas, libros o videojuegos (sobre todo videojuegos, pues solo en verano puedo usar la Wii y la 360 con un mínimo de tranquilidad). Bueno, menos palabrería y más reseñitas, que hoy tenemos uno de los éxitos del famoso francés Bourgeon. ¿Que no os suena? Tranquilos, a mi tampoco, pero en este blog somos gente seria y si tratamos con un famoso fardamos de ello.

Y bien, ¿de qué va este cómic? Pues de las aventuras de Isa, una jovencita cuya vida parece sacada de una telenovela venezonala. Esto no lo digo por insultar al lector venezolano medio; simplemente es que la historia de una chica a la que (cojo aire que esto será largo) con 9 años se le ocurre cambiarse por su hermanastra gracias a su parecido y que así acabe enviada por su padre a un convento por error, pase hasta la adolescencia en ese sitio, que su padre luego la vaya a buscar y no le cree ni una palabra sobre que ella es su auténtica hija y no la adoptada, que su hermano pensando que es la hermanastra la viole junto a todo su batallón de la marina y que luego decida embarcarse junto con su odiada medio hermana en un barco rumbo a sabe dios donde siendo el capitán el mismo hombre que la violó es algo que no se ve todos los días en la TV española. ¿Dramón? ¿Traumas? Qué va, si esto nos lo cuenta Isa en seis páginas y a otra cosa mariposa, el cómic trata de los viajes que hace por el mar y de mostrar la mayor cantidad de tetas posibles. 

Como ya sabéis, odio el fanservice. Me da asco. Pues bien, Bourgeon (joder, ya es la segunda vez que pongo Bourbon) tiene una fijación con mostrar cuanta teta y culo pueda en todo momento (para darle un mayor toque de realisto y madurez a la obra, supongo). Y joder, yo me creo perfectamente que si eres casi la única mujer en un barco lleno de hombres de pongas a leer desnuda en tu cama, que ABSOLUTAMENTE TODA la ropa que había en esa época transparente a la mínima mojadura (eso sí, a los hombres no les transparente nada pese a llevar la puta misma ropa) o que si te libras de ser devorado por un leopardo te pongas a desnudar a tu acompañante para calmar el ardor de tu coño.


Croquis para tontos: sexo bien implementando como en Monster bien, sexo por el mero hecho de que haya sexo mal.

Todo esto por no hablar de Mary, la cual es poco menos que la mujer ideal de un buen número de hombres. ¿Que por qué? Joder, es más puta que las gallinas y no le importa ni ser infiel ni que se lo sean, ella solo quiere tener a un hombre entre las piernas 24/7, y si cambiamos de tío una vez al mes mejor que mejor. Que ojo, si olvidamos esto nos queda un personaje interesante, pero que 3 de cada 5 frases que suelte tengan que ver con sexo no ayuda a que se nos presente con una "gran personalidad".

Y es una lástima, pues tras los aburridos dos primeros capítuos (unas 50 páginas cada uno) la cosa mejora exponencialmente, pero creo que se podría haber hecho algo muchísimo mejor a poco que algún editor le hubiese dicho "le sobran tetas y le falta trama". Bueno, por lo menos el hombre dibuja realmente bien (aunque haya alguna cara del fondo de las imágenes que sean para darles de comer a parte...).

Entonces qué, ¿se lee o no se lee? Bueno, tras sus dos primeros  capítulos se vuelve una lectura entretenida, y si le perdonamos el constante sexo y un final algo abrupto puede dársele una oportunidad... pero pagar los 55€ que cuesta la edición integral (todos los capítulos en un solo volumen) es simplemente aberrante.

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