lunes, 18 de febrero de 2013

Watchmen (cómic)


Errar es humano. Hace dos años decidí leer por primera vez un cómic superheróico que no tuviese nada que ver con ninguno de los clásicos de Marvel o DC (Batman, Spiderman, Superman...). Mi elección no pudo ser peor: Watchmen, de Alan Moore. En aquel momento me pareció una obra muy buena, pero no me terminó de gustar, achacándole al inmenso hype que tenía para aquella obra el desencanto tras su lectura. Afortunadamente, con el paso del tiempo me he ido acercando cada vez más a la narrativa de Moore, motivo de que recientemente le concediera una segunda oportunidad a su obra maestra. Ahora que lo he vuelto a terminar solo puedo decir una cosa: ¿en qué coño estaba pensando la primera vez que lo terminé?

La verdad, hablar de Wachmen es poco menos que una estupidez. Cualquiera que lea cómics habitualmente lo conoce de sobra; sería como soltarle a un fan de la música clásica "Buff, acabo de escuchar una cosa llamada La novena sinfonía de Beethoven, ¿te suena? deberías oírla, está muy bien" o "Guau tío, el manga Akira es la caña, no sé a qué esperas para verla" a un tío que controle de manganime: todo aquel interesado en ese campo la conoce y casi seguro ha visto. Por otra parte, ¿qué hay de los que no la conocen? ¿Y todos esos que nunca han tocado un cómic? Hablarles de Wachmen sería una pérdida de tiempo. La cagarían como yo en mi primera lectura, quedándose en lo superficial y no dándole la importancia que se merece

Sí sí, os lo creáis o no estoy diciendo que no todo el mundo está listo para comprender este cómic; una de las frases más pedantes que jamás creí que diría acaba de salir de mi boca (bueno, de mis teclas) y no me avergüenzo de ello. Y si lo digo es por dos motivos: porque yo mismo fui incapaz de captar todo su valor en su primera lectura y porque dudo mucho que en esta segunda vez haya captado si quiera la mitad del conjunto (y con esto no lo digo en plan "Jo tío, es la tercera vez que veo 2001: Una odisea en el espacio y sigo sin entender los últimos 20 minutos", sino que sé que debajo de todo lo que he encontrado todavía hay más que sigue oculto esperando a una tercera, o quizás cuarta, lectura). 

Del dibujo ni una queja, trazos sensacionales y cantidad de detalles en los escenarios brutal.

Vayamos un momento a 1986, el año en que salieron Watchmen y El regreso del caballero oscuro de Miller. Ambos cómics revolucionaron el género superheroico a su manera pero con un nexo común: de un modo u otro, las historias eran muchísimo más serias y creíbles. Daba igual que uno se centrara más en la psique (Watchmen) y el otro en la acción (El regreso), pues ambos lograron cambiar la concepción de los superhéroes para siempre. Si tuviera que buscar un paralelismo, diría que El regreso vendría a ser Dragon ball (paradigma del anime mainstream, todo Dios lo conoce e intenta imitar, solo necesitamos observar cómo hoy en día la mayoría de los shonen beben directamente de esa serie) y Watchmen es Evangelion (una gran historia enrevesada que le concede el protagonismo a la mente antes que a las tortas pero sin escatimar por ello la violencia cuando hace falta; admito que aquí también podría haber nombrado Akira por toda la relevancia que tuvo y sigue teniendo, pero creo que para el ejemplo Evangelion se ajusta incluso más al molde que esta última).

¿Que a qué viene este último párrafo repletito de spam? No lo sé; bueno, para qué negarlo, solo quería soltar el rollo, pues llevaba ya varios días dándole vueltas a la comparación y me hacía ilusión contarlo en alguna parte, y en vista que mi novia pasa de los cómics y mi hermano se ha mudado permanentemente a esa estepa bugueada que es Skyrim solo me queda este lugar donde largar mis gilipolleces.


"Oye pesado de mierda, que ya casi has terminado la reseña y no has dicho nada del argumento. ¿De qué coño va esto?" Bueno, por hoy te paso el insulto que estoy de buen humor y te comento un poco cómo va la cosa. Sin entrar en spoilers, imagínate un mundo donde los enmascarados, tras años de arriesgar su vida protegiendo a la gente (recordemos que aquí casi nadie tiene superpoderes) se ven obligados a retirarse por una nueva ley gubernamental. Pasados los años, alguien asalta el apartamento de El Comediante y lo mata, empezando así una investigación por parte de Rorschach (único enmascarado que se negó a retirarse, actualmente en busca y captura) para intentar encontrar al verdadero culpable... pero topándose con algo mucho mayor de lo que jamás habría imaginado...

Quis custodiet ipsos custodes?

¿Suena bien? Sí, lo sé, pero no debería, pues lo que hace a Wachmen no es (solo) su argumento, radicando ahí mi mayor error en la primera lectura: me centré demasiado en la trama y dejé todo lo que la rodea de lado. Sí, Watchmen puede leerse única y exclusivamente por su trama (la cual es muy buena), pero sería como tener a una chica despampanante y hacerte una paja mirándola: se puede hacer pero te quedarás a las puertas de catar un montón de cosas que, con un poquito más de mimo y dedicación, te habrían hecho disfrutar lo inimaginable.

¿Y a qué me refiero con esto último? Pues a la increíble dedicación de Moore y Gibbons por el detalle: las simetrías que hay en una cantidad increíble de páginas, los textacos con información de los personajes y del mundo en que viven al terminar cada capítulo que simulan ser artículos de ese mundo de pesadilla, la burrada de información oculta en los escenarios solo para aquellos que decidan emplear un poco de tiempo en visualizar algo que no sean los diálogos, detalles como que no hay ningún bloque de pensamiento en toda la novela (cada vez que quiere que sepamos en qué piensa alguien usará diarios o nos mostrará sus recuerdos, pero nunca veremos un globo saliendo de su cabeza con la información explícita) o directamente todo el capítulo cuarto, el cual posee una narrativa simplemente fabulosa. 


Y tranquilos, esto no quiere decir que los personajes se hayan dejado de lado para cuidar el dibujo: todos valen su peso en oro, desde el maníaco de Rorschach (el cual muestra cómo sería un personaje como Batman en la vida real) hasta el divino ("Oh, un juego de palabras, qué cachondo soy jue jue jue") Dr Manhattan.  Es cierto que unos se nos harán más antipáticos que otros, pero una cosa está clara: todos son humanos. Tienen dudas, lo pasan mal, se sienten impotentes ante lo que les está pasando ("Jue jue jue, otro chistaco malo para la saca") y se alejan del estereotipo del "héroe con todo bajo control". Además, a parte de los Watchmen (en inglés vigilantes) los capítulos están llenos de personas comunes, las cuales no están precisamente de adorno sino que nutren todavía más la historia con sus propias peripecias relacionadas con la vida en un lugar donde en cualquier momento puede estallar una guerra nuclear. Por si no ha quedado lo suficientemente claro, ya querrían muchos cómics un reparto comparable a este.



Who watches the wachmen?

En definitiva, ¿hay que leerlo? Cagando hostias, si lo ves en una biblioteca cógelo ya y tráetelo para casa sin demora. ¿Y si no lo hay en mi biblioteca? ¿Lo compro? Buf, difícil, y no por su calidad, sino porque ahora mismo está descatalogado en España. A esperas que ECC lo reedite, lo único que podrías encontrar es la vieja edición absolute de Planeta por 35€, la cual está simplemente genial (tapa dura, papel del bueno, tamaño gigante, 50 páginas de extras...) pero que, como digo, es difícil de encontrar. Apuesto a que dentro de poco ECC lo publicará de nuevo, pero también tengo la seguridad de que lo hará con un precio muy inflado y con las características de Planeta seriamente recortadas. 

Independientemente de lo que hagas, te pido por favor qué, a la hora de leer, busques un lugar cómodo y te regodees en cada imagen, disfrutando de los pequeños detalles e intentando evitar cometer mi error de querer saber cómo termina cuanto antes. Ya habrá tiempo para saber cómo continúa la cosa, ahora céntrate en lo que estás viendo. Sigue mis consejos y, una vez lo termines, me lo agradecerás. 


P.D. Recientemente ECC lo ha reeditado. Tal y como esperaba, 25 euros tapa blanda, cero extras. Es un must read en toda regla, pero la edición de ECC deja mucho que desear como siempre, además de tener un precio injustamente inflado

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