martes, 26 de febrero de 2013

El rey Lear


Tengo sentimientos encontrados con este libro. Por un lado, la trama es cojonuda, los personajes están muy bien definidos y consigue sorprender incluso con los estragos de la ESO y su puta manía de "Nada mejo para incentivar la lectura que contarles a los niños los finales de las obras maestras literarias". Por otro, leerse hoy en día El rey Lear es un ejercicio de paciencia y voluntad, pues su estilo está tan desfasado que más de uno echará la bilis antes de terminar el primer acto.

Objetivamente es bueno. Mucho. El problema radica en que por muy bueno que sea hoy por hoy está desfasado, siendo cuanto menos ridículo situaciones como que te apuñalen, sueltes un discurso de tres páginas, grites "¡Me muero, me muero!" un par de veces y luego te mueras. Comprendo perfectamente que era lo que en aquella época era normal, pero como ya dije en estos tiempos que corren algo así resulta tremendamente forzado. Además, si fuera algo puntual como en Romeo y Julieta o en Hamlet se soportaría, pero da la impresión de que en El rey Lear todo el mundo tenga cinco monólogos preparados para cada situación, lo que supone un anticlímax constante (de nada me sirve una escena emocionante si de repente pones a un personaje a soltarme una perorata de media hora y al terminar el que tiene enfrente suelta otra igual).

En resumen: objetivamente es un libro muy bueno y se nota el buen hacer de Shakespeare, pero por otra parte ha envejecido muy mal, lo que puede dificultar su lectura hoy por hoy.

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