domingo, 18 de noviembre de 2012

Supreme


Creo que esta reseña será breve y fácil. ¿Que porqué? Pues porque la sinopsis de la contraportada es el resumen ideal de este cómic: una oda al superhéroe clásico. Súmale Alan Moore a la ecuación (V de Vendetta, Watchmen, La broma asesina), un montón de metaficción por todas partes y creo que ya hay más de uno que va a pasarse de leer la entrada. ¿Que estás aburrido y/o no conoces a Moore? ¿Pe-pero cómo has llegado a esta entrada del blog sin conocer a Alan Moore? Es decir... ¡es Alan Moore maldita sea! Aaaaagh, en fin, agregaré un par de párrafos a la entrada para explicarme un poco más...

Por partes. Sí, es un cómic de superhéroes. No, no hace falta haber leído nunca nada de Supreme para entender el cómic y poder disfrutarlo. Sí, es muy recomendable conocer el estilo usado por los autores durante la "Edad de Plata" para entender y valorarlo con propiedad, pues no deja de ser un homenaje a estos productos y si no los conocemos sería como verse Scary Movie sin haber visto ninguna de las cintas que parodia. Ah, sí, y si al leer "Edad de Plata" os habéis quedado más perdidos que un hijo de puta el día del padre igual no es el cómic idóneo para vosotros, no por complicado sino porque homenajea algo que desconocéis. O sí, yo qué sé; tal y como dice Moore en el prólogo todos los personajes y situaciones aquí contenidas son arquetipos, iconos de la industria reducidos a su mínima expresión para así traernos historias con sabor añejo pero aisladas de cualquier forma de continuidad o derechos editoriales, por lo que igual si empezáis a leerlo y os atrapa el sentido de la maravilla que desprende Supreme por los 4 costados podáis gozarlo a la vez que poco a poco entendéis el por qué tanta gente echa de menos esta época.

Podría profundizar algo más en el argumento, pero creo que no merece la pena. Si sois fans clásicos no tardaréis en cogerle el ritmo y disfrutar de sus sorpresas desde el primer capítulo (todo lo referente a "la Supremacía" me parece brillante)... aunque al final os comeréis un final más abierto que una... no, espera, ya he hecho un chiste relacionado con el mundo de la noche, como siga así el blog pasará a ser blanco de los SJW. Basicamente, la editorial entró en quiebra a apenas 2 episodios del final de la serie y Moore nunca he publicado ese cierre en ninguna parte, así que nos quedamos sin ver el que pintaba como uno de los finales más épicos de la historia del medio. Una lástima, pero al menos todas las demás subtramas quedan bien atadas y si exceptuamos eso (que hasta ese momento solo se sugería como una amenaza que explotaría más tarde que pronto) tenemos un cierre altamente satisfactorio.

Si este "amiguito" no te recuerda a nadie de Batman ni Superman no tienes infancia (o eres demasiado joven para conocerlo, que también es posible).

La verdad, son dos volúmenes de 20 euros cada uno con 300 paginazas a color cada uno, una oferta interesante para los amantes de los clásicos aunque quizás algo caro para los indecisos en la materia (cabe mencionar que esta edición es de tapa blanda). Supreme es como un adulto que un día se para y decide volver a mirar todas las viejas fotos de su juventud y recordar cómo han cambiado tanto él como el mundo desde entonces, se pregunta qué habrá sido de sus viejos compañeros de fiesta y se ríe descaradamente del peinado que llevó en su último año de clase. Qué coño, Supreme es exactamente eso, es Moore recordando con cariño unos tiempos más amables pero riéndose también de todas sus estupideces y locuras, y para muestra un par de imágenes:



¿No sabíais que los superhéroes daban consejos a niños? Yo tampoco, pero si Moore lo parodia será por algo.

Lectura recomendable para cualquier conocedor del universo heroico y obligatoria para aquellos que pasaron su infancia de héroe en héroe antes de la aparición de El regreso del caballero oscuro de Miller (momento en que, como bien suelta Moore en varias ocasiones, todo se volvió depresivo y decadente hasta extremos absurdos). Diablos, de hecho tras esta relectura creo que es uno de mis cómics favoritos, tanto por su factor homenaje como por lo increíblemente bien que encaja todo en la historia de Moore, demostrando que su fama es más que merecida y contando además con algunos de los momentos más tiernos de los superhéroes.


QUE OS LO LEÁIS DE UNA PUTA VEZ, COÑO.

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