miércoles, 5 de septiembre de 2012

Km 666: desvío al infierno


Bueno, ¿qué tenemos hoy aquí? Nada más y nada menos que la enésima película Holliwodiense en la cual un grupo de adolescentes (bueno, adolescentes entre comillas, pues varios andan más cerca de los 30 que de los 20 años) son masacrados por un monstruo/asesino/combinación de los dos anteriores lenta pero inexorablemente a lo largo de toda la cinta. Tópico a más no poder, sí, pero no por ello mala al instante. La casa de cera me entretuvo durante todo su metraje y tiene tópicos a tomar por culo al igual que La casa de los mil cadáveres e incluso Scary movie, película que aunque tenga un enfoque muy distinto al de las otras tres también sigue el esquema de muertes entre jóvenes y me divierte enormemente; desafortunadamente, Km 666 no logró lo mismo.


Porqué, preguntaréis, y "falta de coherencia interna" yo os responderé. Tras esta frase que parece salida de un cuento infantil, intentaré explicar brevemente a qué me refiero con "coherencia interna". Yo, en una película, puedo tragarme cualquier cosa: monstruos del espacio, payasos asesinos, coleccionistas de caras... cualquier cosa. La película es una obra de autor y, como tal, su creador puede hacer lo que quiera con ella. Si él me dice que el protagonista puede volar a base de pedos y que tira láseres por los ojos podré decir "Joder, qué fumada" pero nada más. Es su película y él se la folla. Ahora bien, tienes que ser coherente con lo que tú haces. Si me presentas una película realista no me digas en el último minuto que el prota es la quinta reencarnación de Buda y que es inmortal porque las cosas no se hacen así.

Algo así me sucedió con esta película. Tiene muchos defectos: es predecible (la vi con colegas y uno de ellos acertó el final a los 10 minutos de empezarla), tópica (cajita de música, cabeza de bebé, momento "tsch, en silencio, uy le di sin querer a una cosa del suelo, ay que nos pilla el malo/se despierta y nos mata, uff, menos mal que no se despertó"), personajes odiosos (estuve contando los minutos para que murieran dos personajes totalmente pesados: uno palmó en el minuto 42 y el otro en el 58) pero nada de eso me dolió demasiado. Es más, hasta cierto punto me los tomé a coña y los estuve comentando con los colegas al finalizar el visionado, son los tópicos del cine de terror y punto. Ahora, lo que realmente me fastidió su visionado fueron las cagadas lógicas, siendo algunas de ellas insultos a la inteligencia humana, siendo el más evidente y (para mí) condenable el que me he permitido bautizar como "momento ChuloRambo".

Veréis, a la mitad de la película un personaje sufre una herida de escopeta en una pierna. No voy a ponerme pesado con la distancia de tiro (una escopeta pierde eficacia a partir de los 50 metros) ni con el hecho de que la mayoría de las escopetas disparan perdigones (muchos proyectiles pequeños en cada bala que se dispersan tras el disparo). Haré un ejercicio de imaginación y diré que la escopeta no usaba perdigones sino cartuchos y que el malo tiene una puntería cojonudísima. Tampoco lo haré sobre la gilipollez que supone que un médico que sabe que un torniquete es el último recurso que se debe usar lo utilice a la mínima y que se pase todas las normas de uso del mismo para evitar gangrena por el forro (cada 5 minutos el herido debe deshacer el torniquete durante un minuto para que la extremidad recupere el riego y recolocar el mismo para que la pérdida sanguínea no sea excesiva). En lo que me voy a centrar será en aquello que me hizo darme cuenta de que o el director es gilipollas o al actor hizo lo que le salió del ojo del culo a la hora de interpretar.

"¿Que porqué me hago un torniquete a lo loco como si no pudiese provocar gangrena? ¿Aquí quien es el médico, eh?"

Fijaos bien en la foto. Pierna izquierda: torniquete. Mano derecha: bastón. A lo mejor soy yo el raro, pero que yo sepa si tengo herida la pierna izquierda me tengo que apoyar con el bastón en la mano izquierda para que mi pierna no tenga que hacer fuerza mientras mantengo el equilibrio. Además, estoy seguro que el día que me disparen con una escopeta a la pierna no seré capaz ni de subir escaleras ni tampoco de tirarme desde un puesto de vigilancia en llamar para correr por los árboles media hora. Ah, claro, que se acaba de echar alcohol y cambiar la gasa, en ese momento ya estaba curado.


En resumen, no me ha molado la película. Sí, me he reído y mucho gracias a ella, pero no es una comedia. Se supone que es una película de terror, y teniendo unos malos de chiste, tópicos por todas partes y para rematarla tantas cagadas por metro cuadrado (del momento "Actor secundario Bob" mejor no digo nada...) algo falla en la misma. Y si no me creéis a mí, fiaos de filmaffinity.

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