viernes, 31 de agosto de 2012

Batman: El hombre que rie


Increíble pero cierto, estoy deseando que los timadores de ECC publiquen este cómic. ¿Que porqué? Es obvio... para cualquiera que mire la horrenda portada que tiene tanto en su edición de Planeta como en el original americano. La verdad, a sabiendas del estilo de portada que utilizan habitualmente (portada con el protagonista en primer plano y con el título y los autores en la parte de abajo de la cubierta) tengo fe en que lo harán bien con esta. Serán unos timadores, pero me gusta mucho su manera de hacer portadas, le dan un toque personal a la vez que elegante que me puede.

Perdón, estoy divagando... ayer hablamos de Batman: Año uno, al final de la cual recomendaba la lectura de este cómic por su situación temporal (inmediatamente después del otro) y porque Año uno nos dejaba con ganas de más Batman. Pues bien, aquí tenemos su primer encuentro con el Joker, personaje que no dejará indiferente a nadie... en gran medida gracias a que aquí tiene una de las presentaciones más épicas de la historia de la maldad comiquil.

El estilo de dibujo no me apasiona (esa caras...) pero cumple con su función.

Basicamente nos encontramos con un Batman impresionado (y ligeramente desbordado) ante una mente tan loca como la del Joker (como él mismo dice, se entrenó para atrapar asesinos y criminales corrientes, no dementes deseosos de matar) y a un villano al que se siente como pez en el agua ante el papel de psicópata matalotodo. No es el mejor cómic de la historia de Batman pero sí que nos entretendrá durante sus apenas 70 páginas (una lástima su brevedad, pues la historia aún podría haber dado para algo más...).

Eso sí, muy a mi pesar el cómic hace varias referencias a "La broma asesina", obra bastante posterior a esta y que nos narra los auténticos orígenes de este ser del averno. ¿Que porqué lo hace? Hombre, es comprensible. La broma asesina, escrito por Allan Moore, está considerado como uno de los mejores cómics de Batman y de la historia en general; así pues, por lo menos yo encuentro hasta cierto punto normal que el autor de este The man who laughs no intentara apropiarse de la historia creada por Moore en aquel momento y utilizar su concepción del Joker en este cómic. Supongo que no fue una decisión fácil, pero creo que al final tomó la mejor opción: contar lo imprescindible para entender el cómic y poner en un pie de página que, para más información, leamos La broma asesina. Además, si fuese malo válgame Dios, pero siendo tan bueno no veo un problema que un autor nos recomiende su lectura.

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